Líquido sonó tu nombre en mi boca
aquella tarde,
disfrazada de noche.
Gaseosa, volatil, la risa,
la estupidez contagiosa,
la playa divertida.
Sólida la certeza de que todo cambiaría
y seguirá siendo igual
aunque el tiempo siga...
Disfrazado de reloj,
de pitido en las noticias,
él aún no se dió cuenta de que es una mentira.
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