Agarrarse al arte
como un dogma de fé,
transformarlo en tabla
para flotar con el.
Nuestra vocación nos nutre,
nos consuela y acompaña.
Es arruyo ante el frío,
es tempestad y es rabia...
Es la única bandera
y el precio de vivir
de las ganas.
Agarrarse al arte
como un dogma de fé.
Lo transformaremos en alas,
y volando nos vereIs.
como un dogma de fé,
transformarlo en tabla
para flotar con el.
Nuestra vocación nos nutre,
nos consuela y acompaña.
Es arruyo ante el frío,
es tempestad y es rabia...
Es la única bandera
y el precio de vivir
de las ganas.
Agarrarse al arte
como un dogma de fé.
Lo transformaremos en alas,
y volando nos vereIs.
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