¿Cuántos ojos te han mirado,
isla de San Andrés?
¿A cuántos artistas antiguos
inspiraste alguna vez?
Trozo de sueño en el agua,
roca con alma de pez,
cien gaviotas en tu falda,
mil lunas te bañan de miel.
Resto de ira volcánica,
bañada de atardecer.
¡¿Cuántos secretos tú guardas?!
¡quién los pudiera saber!
Testigo de los piratas,
de algún naufragio, tal vez.
Un gran mero te custodia
y nadie lo puede ver.
Esa paz que nos regalas,
mezcla de pez y mujer,
inspiras, luces y callas,
te vas dejando mecer.
Tesoro de Carboneras,
que todos te vengan a ver.
A la isla más bonita,
le dicen “de San Andrés”.
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